viernes, 29 de octubre de 2010

... Pasión ...



La hierba salpicada de rocío

Era un canto a la humedad

Semejante a estas noches de hastío

Y terrible soledad



Acurrúcate otra vez entre sábanas frías

Que tanto pueden servirnos de cárcel conceptual

Como de bandera libertaria e impía

Al ondear suavemente en tu efigie sensual



Arranca flores del umbrío jardín

Y escondámonos entre el silo

Que nadie se percate del motín

Mi pequeña Venus de Milo



Busquemos así con la destrucción de éste el lugar

Que quizá la muerte de la razón preñó de luz

En el que puedas de nuevo los brazos alzar

Sumiendo la realidad en un crepúsculo azul



Y cuando me acaricies el corazón

No entreabras la boca

Dejarás escapar si se desboca
Germen de revolución
NäDä

domingo, 3 de octubre de 2010

...La Cena de las Cenizas... (verdad I)


Y la verdad apareció ante mí con el pelo recogido, los ojos vendados, y la cara lavada por las lágrimas.
El peplo ligeramente torcido más que otorgarle un toque gracioso resultaba decadente y frente a su imperiosa seriedad, a la austeridad de su atuendo, se erguía rígida la frialdad de su gesto.
Finjió una sonrisa que se truncó en una mueca quizá al ver la acogida que recibía su visita en aquella hora intempestiva, y pese a no poder ver se percató de lo infeliz que era de verla de nuevo, tal vez porque nunca nos habíamos llevado bien.

- Oh... así que eres otra vez tú... ¿de qué vienes a hablarme esta vez?
- De naturaleza salvaje embridada.
- ¿Tú crees... que me pasará como a ella?

No obtuve respuesta.